El membrillo es un árbol de tamaño mediano, originario de la región del Cáucaso, en el sudoeste cálido de Asia, es un frutal emparentado con el manzano y el peral.
En México su producción supera las cinco mil 100 toneladas, siendo Durango, Jalisco, y Zacatecas los líderes productores, en conjunto concentran el 77 por ciento del total nacional.
El membrillo es un fruto que alcanza su madurez en el mes de septiembre, cuando desprende un intenso olor por ser una fruta muy aromática y pierden la cubierta de pelos que conforman el tomento del fruto.
Es una fruta con escaso contenido de azúcares, y por tanto un bajo aporte calórico, tiene propiedades saludables gracias a su abundante fibra (pectina y mucílagos) y taninos, sustancias que le confieren su propiedad astringente por excelencia. También contiene ácido málico y ácido orgánico que favorecen la eliminación de ácido úrico, entre sus minerales encontramos al potasio, el cual es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso para la actividad muscular normal, interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de las células.
En gastronomía el consumo en fresco del fruto no es común debido a su sabor áspero y la dureza de su pulpa, así que su uso se restringe a la elaboración de conservas, mermeladas, jaleas, dulces, gelatinas y licores de mesa, sin embargo, en algunas comunidades de Jalisco se come crudo preparado con sal y chile.
El dulce de membrillo es uno de los postres cuya receta en México se ha ido adaptando a las costumbres locales y es lo que conocemos como el famoso ate de membrillo, que cada año adorna en dulces tiras de colores la deliciosa rosca de reyes.
Fuente: SADER