Existe la creencia de que en la Ciudad de México, una de las ciudades más grandes e importantes de Latinoamérica, no se producen alimentos.
Lo anterior es totalmente falso, ya que en la capital de México se producen muchos alimentos, entre ellos, maíz, romeritos, maguey, amaranto, nopal, manzana y pera, estos se cultivan mediante diferentes métodos, entre los que se encuentran:
- Huertos de traspatio o urbanos: Estos se establecen en casa permitiendo el cultivo de flores, hierbas aromáticas, hortalizas y frutas, con el objetivo principal de reducir los gastos alimentarios de las familias mediante el autoconsumo.
- Sistemas hidropónicos: La hidroponia, mejor conocida como agricultura sin suelo, es un tipo de cultivo se adapta a cualquier tipo de espacio o condiciones y que, al igual que los huertos, permite una producción casera de alimentos.
- Chinampas: Las chinampas eran utilizadas desde hace cientos de años para producir alimentos, actualmente en ellas se cultivan hortalizas y flores.
- Parcelas: En estas, las posibilidades de cultivar diferentes tipos de alimentos es más amplia ya que son espacios más grandes y con mejores condiciones para un mayor desarrollo de los productos agroalimentarios.
La Ciudad de México, además de ser importante como la capital de nuestro país, también lo es en la producción de alimentos, ya que busca reducir los gastos alimentarios de las familias mediante el autoconsumo y contribuye a la seguridad alimentaria del país.
Si desea empezar su propio cultivo orgánico, es mejor empezar con una huerta pequeña, pues los cuidados necesarios son muy diferentes a los de un cultivo tradicional. En la medida en que la cantidad producida sea eficiente, se puede ampliar en el siguiente ciclo o estación.
A la hora de tratar las plagas, enfermedades y nutrir el suelo, la mejor opción son los productos naturales. Los fertilizantes líquidos que no poseen materiales tóxicos pueden ahorrar mucho trabajo y traer resultados rápidos y eficientes.
SAGARPA