El agua indudablemente es un factor estratégico para la producción agropecuaria, y la tecnificación del riego es uno de los principales ejes del desarrollo del sector.
Lograr un uso eficiente del agua a través de la modernización tecnológica no es una tarea sencilla, sin embargo, gracias al establecimiento de Sistemas de Riego Tecnificado, se impulsa el aprovechamiento sustentable y óptimo del agua, al mismo tiempo que se incentiva la aplicación de tecnologías para el riego parcelario eficiente.
Entre las ventajas de tecnificar el riego, encontramos:
1. Disminución del consumo de agua en las parcelas y por consiguiente, disminución de gastos por tarifa.
2. Mayor eficiencia en el uso del agua y fertilizantes.
3. Obtención de mayor producción y mejor calidad de los productos; consecuentemente mayores ganancias.
4. Mayor disponibilidad de tiempo para dedicarse a otras actividades.
5. Mayores ingresos económicos para los agricultores.
Los sistemas de riego que se emplean en la tecnificación son: multicompuertas, de aspersión (en diferentes modalidades), micro-aspersión y de goteo.
En México la tecnificación de riego es una realidad, pues ocupamos el 6° lugar mundial en este rubro. Los estados que más emplean el riego tecnificado son Chihuahua, Veracruz, San Luis Potosí, Coahuila, Yucatán, Sinaloa, Michoacán, Jalisco y Zacatecas.
Asimismo, la tecnificación del riego se refleja en la calidad de vida de las familias rurales al permitirles ahorros en agua para uso agrícola y una mayor productividad de sus cultivos.
Con información de SADER